sábado, 21 de mayo de 2011

Discurso a los Estudiantes de la Universidad de Guadalajara por Salvador Allende (2 de diciembre de 1972)

Y porque una vez fui universitario, hace largos años, por cierto -no me pregunten cuántos-, porque
pasé por la universidad no en búsqueda de un título solamente: porque fui dirigente estudiantil y
porque fui expulsado de la universidad, puedo hablarles a los universitarios a distancia de años; pero
yo sé que ustedes saben que no hay querella de generaciones: hay jóvenes viejos y viejos jóvenes, y
en éstos me ubico yo.

Hay jóvenes viejos que comprenden que ser universitario, por ejemplo, es un privilegio
extraordinario en la inmensa mayoría de los países de nuestro continente. Esos jóvenes viejos creen
que la universidad se ha levantado como una necesidad para preparar técnicos y que ellos deben
estar satisfechos con adquirir un título profesional. Les da rango social y el arribismo social, caramba,
qué dramáticamente peligroso, les da un instrumento que les permite ganarse la vida en condiciones
de ingresos superiores a la mayoría del resto de los conciudadanos.
Y estos jóvenes viejos, si son arquitectos, por ejemplo, no se preguntan cuántas viviendas faltan en
nuestros países y, a veces, ni en su propio país. Hay estudiantes que con un criterio estrictamente
liberal, hacen de su profesión el medio honesto para ganarse la vida, pero básicamente en función de
sus propios intereses.
Allá hay muchos médicos -y yo soy médico- que no comprenden o no quieren comprender que la
salud se compra, y que hay miles y miles de hombres y mujeres en América Latina que no pueden
comprar la salud; que no quieren entender, por ejemplo, que a mayor pobreza mayor enfermedad, y
a mayor enfermedad mayor pobreza y que, por tanto, si bien cumplen atendiendo al enfermo que
demanda sus conocimientos sobre la base de los honorarios, no piensan en que hay miles de
personas que no pueden ir a sus consultorios y son pocos los que luchan porque se estructuren los
organismos estatales para llevar la salud ampliamente al pueblo
De igual manera que hay maestros que no se inquietan en que haya también cientos y miles de niños
y de jóvenes que no pueden ingresar a las escuelas. Y el panorama de América Latina es un
panorama dramático en las cifras, de su realidad dolorosa.

Yo no le he aceptado jamás a un compañero joven que justifique su fracaso porque tiene que hacer
trabajos políticos: tiene que darse el tiempo necesario para hacer los trabajos políticos, pero primero
están los trabajos obligatorios que debe cumplir como estudiante de la universidad. Ser agitador
universitario y mal estudiante, es fácil; ser dirigente revolucionario y buen estudiante, es más difícil.


miércoles, 18 de mayo de 2011

Sembrar el petróleo

Arturo Uslar Pietri* / Diario Ahora (Venezuela) - 11/01/06

Editorial en el Diario Ahora - 14 de Julio de 1936

Cuando se considera con algún detenimiento el panorama económico y financiero de Venezuela se hace angustiosa la noción de la gran parte de economía destructiva que hay en la producción de nuestra riqueza, es decir, de aquella que consume sin preocuparse de mantener ni de reconstituir las cantidades existentes de materia y energía. En otras palabras la economía destructiva es aquella que sacrifica el futuro al presente, la que llevando las cosas a los términos del fabulista se asemeja a la cigarra y no a la hormiga.

En efecto, en un presupuesto de efectivos ingresos rentísticos de 180 millones, las minas figuran con 58 millones, o sea casi la tercera parte del ingreso total, sin numerosas formas hacer estimación de otras numerosas formas indirectas e importantes de contribución que pueden imputarse igualmente a las minas. La riqueza pública venezolana reposa en la actualidad, en más de un tercio, sobre el aprovechamiento destructor de los yacimientos del subsuelo, cuya vida no es solamente limitada por razones naturales, sino cuya productividad depende por entero de factores y voluntades ajenos a la economía nacional. Esta gran proporción de riqueza de origen destructivo crecerá sin duda alguna el día en que los impuestos mineros se hagan más justos y remunerativos, hasta acercarse al sueño suicida de algunos ingenuos que ven como el ideal de la hacienda venezolana llegar a pagar la totalidad del Presupuesto con la sola renta de minas, lo que habría de traducir más simplemente así: llegar a hacer de Venezuela un país improductivo y ocioso, un inmenso parásito del petróleo, nadando en una abundancia momentánea y corruptora y abocado a una catástrofe inminente e inevitable.

Pero no sólo llega a esta grave proporción el carácter destructivo de nuestra economía, sino que va aún más lejos alcanzando magnitud trágica. La riqueza del suelo entre nosotros no sólo no aumenta, sino tiende a desaparecer. Nuestra producción agrícola decae en cantidad y calidad de modo alarmante. Nuestros escasos frutos de exportación se han visto arrebatar el sitio en los mercados internacionales por competidores más activos y hábiles. Nuestra ganadería degenera y empobrece con las epizootias, la garrapata y la falta de cruce adecuado. Se esterilizan las tierras sin abonos, se cultiva con los métodos más anticuados, se destruyen bosques enormes sin replantarlos para ser convertidos en leña y carbón vegetal. De un libro recién publicado tomamos este dato ejemplar: «En la región del Cuyuní trabajaban más o menos tres mil hombres que tumbaban por término medio nueve mil árboles por día, que totalizaban en el mes 270 mil, y en los siete meses, inclusive los Nortes, un millón ochocientos noventa mil árboles. Multiplicando esta última suma por el número de años que se trabajó el balatá, se obtendrá una cantidad exorbitante de árboles derribados y se formará una idea de lo lejos que está el purguo». Estas frases son el brutal epitafio del balatá, que, bajo otros procedimientos, hubiera podido ser una de las mayores riquezas venezolanas.

La lección de este cuadro amenazador es simple: urge crear sólidamente en Venezuela una economía reproductiva y progresiva. Urge aprovechar la riqueza transitoria de la actual economía destructiva para crear las bases sanas y amplias y coordinadas de esa futura economía progresiva que será nuestra verdadera acta de independencia. Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas, facilidades y estímulos a la agricultura, la cría y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petróleo una maldición que haya de convertirnos en un pueblo parásito e inútil, sea la afortunada coyuntura que permita con su súbita riqueza acelerar y fortificar la evolución productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales.

La parte que en nuestros presupuestos actuales se dedica a este verdadero fomento y creación de riquezas es todavía pequeña y acaso no pase de la séptima parte del monto total de los gastos. Es necesario que estos egresos destinados a crear y garantizar el desarrollo inicial de una economía progresiva alcance por lo menos hasta concurrencia de la renta minera.

La única política económica sabia y salvadora que debemos practicar, es la de transformar la renta minera en crédito agrícola, estimular la agricultura científica y moderna, importar sementales y pastos, repoblar los bosques, construir todas las represas y canalizaciones necesarias para regularizar la irrigación y el defectuoso régimen de las aguas, mecanizar e industrializar el campo, crear cooperativas para ciertos cultivos y pequeños propietarios para otros.

Esa sería la verdadera acción de construcción nacional, el verdadero aprovechamiento de la riqueza patria y tal debe ser el empeño de todos los venezolanos conscientes.


Si hubiéramos de proponer una divisa para nuestra política económica lanzaríamos la siguiente, que nos parece resumir dramáticamente esa necesidad de invertir la riqueza producida por el sistema destructivo de la mina, en crear riqueza agrícola, reproductiva y progresiva: sembrar el petróleo.


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Estudios Politicos y Gobierno

viernes, 13 de mayo de 2011

MARATON "Resistencia de tu cuerpo, Resistencia de tu dignidad"

Próximo domingo 22 de Mayo
Esta actividad busca unir a las personas históricamente discriminadas por: orientación sexual, identidad de género, mujeres, afrodescendientes, aborígenes, emigrantes, etc., en una misma “carrera” como metáfora de “lucha”, asi mismo visibilizar a las personas discriminadas en un acto deportivo de participación popular con carácter cultural y ecológico.

domingo, 8 de mayo de 2011

Una mirada al marxismo desde Ludovico Silva

Asamblea Nacional, Salón “Simón Rodríguez”, Piso 8. Edificio “José María Vargas”
Lunes 9 de mayo
9:30 a.m.


9:50 a.m.

10:30 a.m.

11:10 a.m.

12: 00 m.
Presentación a cargo del licenciado Pedro Sassone, director general de Investigación y Desarrollo Legislativo.

Conferencia del doctor Nelson Guzmán: La plusvalía ideológica.

Conferencia del doctor Eddy Gómez: La contracultura

Intercambio de ideas.

Almuerzo

Martes 10 de mayo
9:30 a.m.


9:50 a.m.


10:30 a.m.

11:20 a.m.
Conferencia del profesor Luís Felipe Bellorín: Teoría del Socialismo en la obra de Ludovico Silva.

Conferencia del doctor José Jesús Villa Pelayo: Ludovico: literatura y revolución en socialismo.

Intercambio de ideas.

Clausura y entrega de certificados. 

Concepto de Revolución

martes, 3 de mayo de 2011

EXCURSION I

             Una crónica en verso, sucinta y no complicada…

Eran las primeras horas de aquel ultimo día de la semana, cuando salí hacia el encuentro previo con no pocas y conocidas caras, para así alistarnos e iniciar la marcha, rumbo a la montaña aquella sobre la que reposa caracas, conocida por su fresco clima y su verdor que maravilla o encanta.

Iniciamos el ascenso mas de una hora después por la ruta indicada, el camino en su mayoría empinado era y de cuando en cuando se aplanaba, pero el mismo no era tan riguroso como se sospechaba, ya que lo transitaban las chicas con algo de calma, mientras que sus sonrisas diversas el entorno decoraban.
Los caballeros por nuestra parte nos reíamos también mientras continuaba la marcha,  pues con ello se mitigaba el cansancio que ya a todos nos dominaba, hasta que después de dos horas que se hicieron medio largas (donde hubo risas, fotografías y hasta modelos improvisadas), llegamos al fin al sitio de parada definitiva para nuestra avanzada, cuyos rostros alegría y cansancio era todo cuanto expresaban.


Una vez en aquel lugar de "los venados" que es como le llaman,  a la comida tan añorada nos dedicamos sin reservarnos nada, posteriormente  nos fuimos a sobrevivir en una “isla inhóspita y retirada”, para después revelarnos pronto contra un rey auto erigido como autoridad máxima, con su correspondiente policía y autoridad eclesiástica, que así como las imposiciones aparecieron de la nada.


A esto siguieron las horas de reflexión claramente pautadas, muy interesantes estuvieron las posiciones planteadas, que ordenada y resumidamente en hoja blanca quedaron plasmadas, para que sucedido esto la fructífera reunión se diera por finalizada, para esperar desde ya la próxima dentro de un par de semanas, donde deberán abordarse otras temáticas hasta ahora no tratadas. 



Luis Madrid
Estudios Politicos y Gobierno (2-201D)